• Sí se puede.
Hay que luchar y no hay que rendirse. Las cosas no suceden solas. Las
personas las hacemos posibles. Todos contamos y somos importantes, y
nuestras acciones tienen repercusión colectiva. Ellos no descansan y no van a descansar. Nosotros tampoco nos vamos a relajar y no vamos a dejar que nos sigan robando.
• ¿Por qué esperar? ¿A qué esperar?
• No a la queja hueca del desahogo. Sí a la queja activa y eficaz. Las acciones con un objetivo concreto y claro triunfan.
• Somos críticos, responsables y realistas. Buscamos resultados, tanto a medio como a largo plazo.