sábado, 5 de enero de 2013

¿Cuáles son los objetivos a largo plazo?

Tenemos dos objetivos muy claros:

  1. Coincide con el primer motivo expuesto. Ejercicio real del derecho a la libertad de conciencia y culto. Hoy por hoy, se ve vulnerado, ya que es virtualmente imposible "borrarse de la iglesia". Esto contradice derechos humanos y constitucionales. Es una realidad injusta que hay que cambiar.
  2. Lograr justicia presupuestaria. La institución de la iglesia católica dispone de una cantidad de recursos desmesurada para la cantidad de fieles que disfruta de sus servicios. Recibe muchos más aportes que los de "la casilla", entre los cuales se encuentran privilegios como exenciones de impuestos.
No es un camino corto, lo sabemos, pero los cambios no suceden automáticamente, los provocan los ciudadanos activos. ¿Está dispuesto a aceptar el desafío? Justipréciese, no permita que le persuadan de que su acción no cuenta.

La apostasía, que consiste en la renuncia del dogma, es tan sólo un primer paso. La iglesia, aunque usted no quiera, le sigue considerando miembro. Para la iglesia será usted miembro en rebeldía.
Sin embargo, si somos muchos los apóstatas quedará patente un descontento y un deseo de no pertenencia incuestionable. Por cada apóstata, el derecho de cancelación está más próximo.
Por último, una vez que se dibuje el mapa real de la fidelidad a la institución eclesiástica (que es diferente de la fidelidad a una fe), tendremos todos los argumentos a nuestro favor para demoler unos privilegios injustificados que perjudican al contribuyente.

Apostasía -> Cancelación -> Justicia presupuestaria.

Desarrollo de los objetivos:


Primer objetivo:
Respeto a la libertad de futuras generaciones de elegir la no pertenencia a un credo predeterminado que es un derecho incuestionable de todos los ciudadanos reconocido legalmente en distintos apartados del artículo 16 de la Constitución Española, así como en el artículo 18 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, pero que la iglesia se salta a la torera olímpica.

Segundo objetivo:
Lograr justicia en los presupuestos del Estado.
Recordemos que la famosa "casilla" en la declaración es sólo un extra:

La iglesia:
  • no declara a hacienda por los sueldos del clero,
  • no paga impuesto de transmisiones,
  • ni impuestos por actos jurídicos documentados,
  • ni impuesto de sociedades,
  • ni IVA,
  • ni IBI,
  • ni IRPF.
Recibe aportaciones:
  • del Estado por los acuerdos con el Vaticano,
  • de distintos Ministerios,
  • de Comunidades Autónomas.
Hay:
  • 32.000 curas,
  • y 15.000 profesores de religión elegidos por obispos.
Además:
  • toda la restauración de su patrimonio corre a cuenta del Estado,
  • y goza de un patrimonio de bienes inmuebles muy superior al del propio Estado.
Y por si fuera poco:
  • cobra por bautizos, 
  • bodas, 
  • y funerales.
Tampoco olvidemos que no ha sido recortada en detrimento de educación y sanidad.

Póngase a prueba con este sencillo cuestionario:

¿Quién lo paga?
  • a) Yo.
  • b) Yo.
  • c) Yo.

¿Cómo justifica estos privilegios? Alegando que la mayoría de los españoles es católica.

¿Qué dato tiene en cuenta? Los bautizos. En 2009, el número de bautizados era de 42.470.000, el 92,5% de la población española.

¿Pero es cierto que 92,5% de bautizados es sinónimo de 92,5% de fieles?

Veamos. En 2009:
  • El 75,6% se declaraba católico.
  • El 44,2% casi nunca iba a la iglesia.
  • Tan sólo el 11,7% era practicante (iba a la iglesia al menos una vez por semana).
  • La relación por tanto es de 11,7% de fieles para un 92,5% de bautizados.

¿Le parece justo que mantengan sus privilegios utilizando una mentira?
A nosotros nos parece INMORAL.

¿Cuál no es el objetivo?


-No se pretende erradicar las religiones (es distinto creer en algo a registrarse en una institución).
-No se pretende promover la intolerancia.