1º Ejercicio real del derecho a la libertad de conciencia y culto. Recordemos que la libertad es la capacidad de elegir.
2º Sabemos que las decisiones individuales afectan al entorno y tienen un impacto. Actuar en coherencia a lo que uno piensa redunda en el bien común. Aceptar la responsabilidad como ciudadano activo y crítico.
3º Ser ejemplo. Supone no ser indiferente y propiciar cambios sociales, puesto que sí se puede.
4º Ruptura con lo absurdo de
- hacer cosas por tradición (desde cuándo, por qué y para qué se hacen),
- porque las hace la mayoría (no tiene por qué ser razonable),
- o porque le hace ilusión a la abuela (que la abuela piense en respetar a los nietos).