sábado, 5 de enero de 2013

Algunos motivos para apostatar:

Por supuesto, cada individuo, único e irrepetible tendrá sus propios motivos. Nos limitamos a exponer algunos posibles.

1º Ejercicio real del derecho a la libertad de conciencia y culto. Recordemos que la libertad es la capacidad de elegir.

2º Sabemos que las decisiones individuales afectan al entorno y tienen un impacto. Actuar en coherencia a lo que uno piensa redunda en el bien común. Aceptar la responsabilidad como ciudadano activo y crítico.

3º Ser ejemplo. Supone no ser indiferente y propiciar cambios sociales, puesto que sí se puede. 

4º Ruptura con lo absurdo de

  • hacer cosas por tradición (desde cuándo, por qué y para qué se hacen),
  • porque las hace la mayoría (no tiene por qué ser razonable),
  • o porque le hace ilusión a la abuela (que la abuela piense en respetar a los nietos).